Desde la industrialización las empresas se han dividido en unidades organizativas. Esto tiene sentido, ya que, al hacerlo, es posible combinar tareas y actividades relacionadas y agrupar recursos.
Sin embargo, esto representa algunos desafíos. Con el fin de optimizar la eficiencia, las empresas deben asegurarse de que los departamentos trabajen y funcionen en conjunto. Las dificultades estructurales asociadas deben ser trabajadas y resueltas repetidamente por las organizaciones. Claro que esto es de conocimiento común. La mayoría de las empresas utilizan los organigramas para ilustrar cómo los empleados de una unidad organizativa en su organización trabajan en conjunto con las otras unidades.
Sin embargo, no es suficiente crear las condiciones estructurales para que los departamentos y sus empleados puedan interactuar sin problemas entre sí. Deben ser creadas también las circunstancias para que los empleados DESEEN hacerlo.
Departamentos - ¿Un grupo social?
Desde la sociología y la psicología social, conocemos varios fenómenos que dificultan la colaboración entre grupos. Los ejemplos incluyen el enfrentamiento entre los individuos que pertenecen y los que no pertenecen a un grupo y los estereotipos. Aunque estos fenómenos no describen explícitamente la colaboración de las unidades organizativas, revelan que los individuos pertenecientes a un grupo a menudo tienen reservas con respecto a los individuos de otros grupos.
Varios estudios y experimentos muestran que el sentido de pertenencia dentro de un grupo es particularmente marcado cuando los elementos individuales son muy similares en términos sociales. Las similitudes sociales no solo se limitan a elementos como el nivel educativo y el tipo de ingresos, también incluyen género, color de piel y pasatiempo. Parece plausible que los departamentos con funciones especializadas tiendan a tener niveles educativos y de ingresos similares. Sobre la base de esta premisa, esto puede dar como resultado que tal departamento forme su propio grupo social dentro de la empresa.
La formación dentro y fuera de los grupos y los estereotipos
La creación de un grupo con el cual una persona se identifica psicológicamente como miembro trae como resultado el favoritismo dentro del grupo y la ausencia de algo similar hacia otros grupos. Esta preferencia y afinidad hacia los integrantes del grupo que no ocurre con cualquier persona que se encuentre fuera del grupo, se puede expresar en el lugar de trabajo de varias maneras.
¿Con qué frecuencia ha escuchado algo humorístico, aunque con cierto término despectivo subyacente hacia los equipos de su organización? “Los tontos del departamento de Sistemas”. "Aquellos de allá arriba". “Los caracoles de Producción”. Además, los individuos ajenos al grupo a menudo son etiquetados como pretexto para no haber alcanzado metas u objetivos. "NOSOTROS podemos trabajar mejor, pero el departamento de contabilidad nos está frenando", "NOSOTROS hubiéramos podido vender la nueva línea de productos hace mucho tiempo, si EL departamento de marketing fuera mejor"). Este pensamiento de sentirse "Ajeno al grupo" puede llevar a los empleados de diferentes departamentos a no querer trabajar en conjunto.
En su mayoría estas reservas son prejuicios, que se intensifican a medida que unos grupos se aíslan de los demás. Este ciclo puede hacer que la colaboración interdepartamental en las empresas deje de ser efectiva, a pesar de que existan las condiciones estructurales.
Para contrarrestar este fenómeno, regularmente las empresas deben realizar sesiones conjuntas de team building, durante las cuales, los individuos de los diferentes departamentos deben ser asignados a equipos para realizar la actividad de team building en conjunto. Así puede ser discutida la cooperación interdepartamental.
Beat the Box trae la Unión de los Departamentos
En la actividad de team building experiencial Beat the Box, todo el grupo es dividido en equipos pequeños, cada cual con su propia caja cerrada sobre la mesa. Un video corto y emocionante les muestra a los participantes la actividad: Una voz misteriosa desafía a todos a detener la cuenta regresiva en 90 minutos. Todas las herramientas que necesita están en la caja cerrada y en las maletas cerradas que se hallan en su interior, que deberán abrirse utilizando acertijos. Al principio, los participantes creen que esto es una competencia, ya que han sido divididos en equipos. Pareciera que todos los grupos tienen los mismos materiales y no tienen la instrucción de cooperar.
Al principio, cada equipo intenta abrir su propia caja o sus maletas lo más rápido posible. Sin embargo, a medida que avanza el juego, los equipos se dan cuenta de que también necesitarán los resultados obtenidos por los otros grupos para poder detener la cuenta regresiva. Por lo tanto, los grupos (analogía con los departamentos) deben compartir los resultados (analogía con los resultados de trabajo) para poder detener la cuenta regresiva en el tiempo (analogía con el objetivo de la empresa).
El team building mejora la cooperación entre los departamentos
El team building, por lo tanto, se concentra en dos aspectos diferentes para mejorar la colaboración interdepartamental: por un lado, todo el grupo se divide en pequeños equipos, de modo que los empleados de los diferentes departamentos tengan que trabajar juntos. Esta cooperación activa y el objetivo común asociado pueden llevar al desmantelamiento de los prejuicios y, por lo tanto, a relajar el pensamiento y la acción en grupo. Por otro lado, se recordará a los participantes de forma lúdica que es imperativo que los departamentos dentro de las empresas no pierdan de vista el objetivo corporativo en común.